Especialista en Dermatología y Venereología
Diplomada en Medicina Antiaging Post Universitary Mastership
Miembro de la Academia Española de Dermatología
Niño de 8 años.
Presenta un cuadro severo de dermatitis atópica caracterizada por lesiones pruriginosas y excoriadas por rascado a nivel facial, incluyendo párpados, y superficies flexoras de pies, piernas, brazos, muñecas y manos.
La dermatitis se encuentra en un estadio agudo, con vesículas, exudados y costras.
Prurito muy intenso, que lo hace rascarse continuamente, incluso de noche.
Piel muy seca sobre todo en extremidades.
Madre: dermatitis atópica en su infancia. Piel seca que hidrata con productos de supermercado.
Hermano menor: dermatitis atópica leve (mucho menos intensa que la suya).
Hasta que traiga resultados en la próxima visita (a las 3 semanas) se propone una dieta baja en histamina.
Localmente: crema con antibóticos y corticoides en zonas afectadas, syndet sin jabón, emolientes antiprurito.
Resultado de las analíticas
Diagnósticos propuestos
Visita a las 6 semanas: piel notablemente mejorada, sin lesiones nuevas, más hidratada y desinflamada. No hay picor ni lesiones sobreinfectadas. Continúa tratamiento pautado.
Continúa con:
Visita a las 12 semanas: notable mejoría. Piel prácticamente sin lesiones, sólo ligero eritema en hueco poplíteo, que trata localmente con cremas con ceramidas.
La enfermedad atópica entraña la posibilidad de producir mayor cantidad de IgE.
Si esta sensibilización se expresa clínicamente causando síntomas, entonces se le conoce como alergia o enfermedad alérgica
A la secuencia con que se presentan las enfermedades alérgicas se le denomina "marcha atópica o marcha alérgica", y se refiere a la progresión, al parecer predeterminada, de la historia natural de este grupo de padecimientos que afecta a gran número de personas y se manifiesta progresivamente durante varios años, aunque en algunos casos desaparecen para dar paso a otros síntomas o bien permanecen en unión con ellos
Para que se desencadene este proceso se requiere de la unión de una IgE sensibilizada a células como el basófilo, eosinófilo o mastocito y de un alergeno, que es una glicoproteína capaz de desencadenar una respuesta inmunológica mediada por IgE
Generalmente la respuesta de IgE estará dirigida a las proteínas extrañas con las cuales se tiene contacto, y que en los primeros meses son los alimentos, con excepción de la leche humana, los más importantes, destacados por su frecuencia, son la leche de vaca y después el huevo
La sensibilización a aeroalergenos del medio ambiente se inicia con los que están presentes dentro del hogar (polvo y sus componentes) y, posteriormente, con aquellos que se encuentran fuera de la casa (pólenes); existe una relación directa con la cantidad de antígenos a los que se exponga y las condiciones ambientales de cada caso.
A nivel nasal, la rinitis, rinosinusitis o rinoconjuntivitis intermitente, aparece transcurridos los 2 años debido a que los pólenes son los principales causantes y para ser sensibilizado se deberá, por lo menos, tener contacto con ellos durante la época de polinización.
La marcha atópica puede incluir diferentes espectros clínicos según el órgano afectado, pero se trata de un mismo proceso: